lunes, noviembre 06, 2006
EN CONTRAFLUJO
EN CONTRAFLUJO
LA JORNADA, en noticias internacionales informa:
Hussein, condenado a morir en la horca
"¡Alá es más grande que el ocupante! ¡Larga vida a Irak!", clamó Hussein luego de que el juez Rauf Rachid Abdel lo sentenció a morir en la horca por la matanza de 148 chiítas, en 1982.
Un "gran logro", veredicto contra Hussein: Bush
Provoca júbilo entre chiítas veredicto contra Hussein
Reacciones contrapuestas en Medio Oriente tras la sentencia a Hussein
Nos parece pertinente subier al blog esta nota pues nos da una muestra del ambiente mundial actual en el que vivimos, un simil de la Inquisición, en donde lo más sencillo al parecer es aniquilar al "otro", ese "extraño" que proviene de una cultura y manera de ver al mundo muy distinta. Nuestro afán no radica en exculpar a un dictador, tirano y criminal como lo fue Hussein, pero sin duda nos preguntamos por la dignidad humana. Nadie merece una muerte así, y menos cuando las manos de alguien como George Bush deciden no sólo sobre la vida de una persona, sino por el futuro que nos espera como humanidad.
LA JORNADA, en noticias internacionales informa:
Hussein, condenado a morir en la horca
"¡Alá es más grande que el ocupante! ¡Larga vida a Irak!", clamó Hussein luego de que el juez Rauf Rachid Abdel lo sentenció a morir en la horca por la matanza de 148 chiítas, en 1982.
Un "gran logro", veredicto contra Hussein: Bush
Provoca júbilo entre chiítas veredicto contra Hussein
Reacciones contrapuestas en Medio Oriente tras la sentencia a Hussein
Nos parece pertinente subier al blog esta nota pues nos da una muestra del ambiente mundial actual en el que vivimos, un simil de la Inquisición, en donde lo más sencillo al parecer es aniquilar al "otro", ese "extraño" que proviene de una cultura y manera de ver al mundo muy distinta. Nuestro afán no radica en exculpar a un dictador, tirano y criminal como lo fue Hussein, pero sin duda nos preguntamos por la dignidad humana. Nadie merece una muerte así, y menos cuando las manos de alguien como George Bush deciden no sólo sobre la vida de una persona, sino por el futuro que nos espera como humanidad.