sábado, noviembre 04, 2006

 
Noticias Diario el Universal
4/nov/2006
Conflicto en Oaxaca empeoró con ingreso de policía: GDF
Insiste el secretario de la administración capitalina, Ricardo Ruiz, en exhortar al Gobierno federal a buscar la vía del diálogo para que se resuelva este conflicto que lleva más de cinco meses en la entidad.
10:15 A una semana de haber entrado la Policía Federal Preventiva (PFP) a Oaxaca, las cosas lejos de mejorar han empeorado, consideró el secretario de Gobierno del Distrito Federal, Ricardo Ruiz. En este sentido, llamó nuevamente al Gobierno federal a buscar la vía del diálogo para que se resuelva este conflicto que lleva más de cinco meses.

Suspende magisterio de Oaxaca asamblea
Explica el secretario general de la Sección 22 del SNTE, Enrique Rueda Pacheco, que la medida responde a que Radio Universidad estuvo convocando a la plenaria y generó un ambiente de
Jorge Octavio Ochoa y Alejandro Torres/ Enviados

11:46 La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tuvo que suspender hoy de manera intempestiva la plenaria de delegados en la que presuntamente definirían la fecha para el regreso a clases.
El secretario general de dicha sección, Enrique Rueda Pacheco, explicó que la suspensión se realizó debido a que Radio Universidad estuvo convocando a la asamblea y generó un ambiente de tensión muy similar al que prevalecía hace tres semanas cuando hubo un enfrentamiento entre miembros de la Sección 22 en el hotel del magisterio.
Molesto, Rueda Pacheco dijo que Radio Universidad no es el medio para convocar al magisterio. “Que se abstenga de hacer convocatorias a nombre del magisterio. Nosotros no necesitamos ese tipo de convocatorias”.
De esta forma dijo que la Asamblea Plenaria de delegados se realizará “hasta nuevo aviso”.
Por otra parte, el dirigente rechazó versiones de que la Sección 22 esté recibiendo apoyo financiero de algún partido político, en particular del PRD.
“El magisterio oaxaqueño no necesita este tipo de apoyos ni es coto de ningún partido político”.
Parte caravana de la APPO rumbo a Oaxaca
El contingente, al que se le sumará otro en calzada Ignacio Zaragoza, participará en la marcha programada este fin de semana en la entidad, en protesta por la presencia de la PFP .
12:20 Al menos 10 autobuses han salido en caravana con miembros y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) con dirección a la entidad oaxaqueña.
Ellos se dirigen a dicho estado para participar en la marcha a la que han convocado miembros de la APPO que aún continúan en Oaxaca y pretenden romper el cerco militar en la entidad.
Personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los acompañarán para asegurar su estancia en el estado, así como su retorno al Distrito Federal que se prevé será el próximo lunes.
La ruta que seguirán la caravana de APPO será; Calzada General Ignacio Zaragoza, carretera México-Puebla, realizarán una parada en el municipio oaxaqueño de Huajapan de León donde se ofrecerá una comida, y posteriormente continuarán su camino hacia la capital oaxaqueña.
En su trayecto se unirán más camiones, esto sobre la calzada Ignacio Zaragoza, así como en las inmediaciones de Puebla.

Refuerzan barricadas; PFP, a la expectativaTensión en Oaxaca; APPO excluye de eventual diálogo al gobierno estatal. Lista de desaparecidos.

OAXACA, Oax.- Tensión y zozobra prevalecen en esta ciudad, a pesar de la presencia de elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP). Ayer la población se atemorizó debido a falsas versiones de movilizaciones de los efectivos.
Sin embargo, el primer cuadro recuperó en su totalidad la actividad comercial, así como la operación de los bancos. El servicio de transporte público es prácticamente normal.
En algunas zonas empezaron a surgir auténticos cementerios de vehículos quemados como en la Rivera de Atoyac, frente a la central de abasto, donde ya se apilan más de una veintena de camiones y carros que fueron incendiados en los últimos días.
El servicio de mensajería mantiene un retraso importante y las agencias de viajes han reducido su actividad de manera sustancial.
Anoche, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) informó que podría retirar algunas de las barricadas en torno al campus de la Universidad Autónoma Benito Juárez (UABJO) y en la zona conurbada, si la PFP retira retenes y cesa agresiones.
Respecto a la instalación de una eventual mesa de diálogo en la catedral de la ciudad, el vocero de la APPO, Florentino López, descartó la participación del gobierno estatal en el proceso. En cambio, dijo, aceptará la representación del gobierno federal.
Un grupo ciudadano trabaja ya en lo que han denominado "iniciativa para la integración de una comisión por la paz y la reconciliación de la sociedad oaxaqueña".
En la capital del país, la Secretaría de Gobernación llamó a los oaxaqueños a la reconciliación a través del diálogo entre APPO y el gobierno estatal y se ofreció como intermediaria.
Por la mañana, en la capital oaxqueña, un grupo de desconocidos realizó disparos contra el campus universitario. En la parte posterior de la Universidad Autónoma Benito Juárez (UABJO) se encontraron 25 cartuchos, varios de ellos de armas conocidas como cuernos de chivo y calibre 38.
Tras el intento de la PFP, el jueves, de quitar las barricadas en las inmediaciones de la UABJO, ayer la glorieta de Los Cinco Señores amaneció con triple y hasta cuádruple barricada. Los estudiantes salieron de la zona universitaria e hicieron acto de presencia en toda la avenida Universidad.
En la ciudad de México, el secretario de Seguridad Pública federal, Eduardo Medina Mora, garantizó a corresponsales extranjeros que la normalidad en Oaxaca regresará antes del 30 de noviembre. Esto no significa que el conflicto también vaya a terminar antes de esta fecha, aclaró.
Por su parte, la Suprema Corte de Justicia desechó por improcedentes las controversias constitucionales que interpuso el gobernador Ulises Ruiz, por el exhorto del Congreso a renunciar a su cargo. Pese al fallo, Ruiz reiteró que no renunciará ni pedirá licencia.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Asesores en Derechos Humanos, hasta el momento hay 62 personas desaparecidas luego del enfrentamiento de la Policía Federal Preventiva (PFP) con estudiantes en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Los nombres de los desaparecidos son:
· Rodolfo Ruiz Hernández León
· Marvin Peralta Hernández (Penitenciaría Tlacolula)*
· Diego Hernández López
· Gerardo Jiménez Vázquez
· Félix Jiménez Daman
· Pedro X
· Víctor Ruiz García
· Trinidad Michel López
· Carlos Alberto Hernández Cárdenas
· Abel Martínez
· Luis Antonio Félix
· Jaime Gaspar Ruiz
· Juan Alberto Vázquez
· Ubaldo García Guzmán
· Héctor Guzmán Acosta (Penitenciaría Cuicatlán)*
· Isabel Galindo Aguilar (Penitenciaría Cuicatlán)*
· Amado Aguilar (Penitenciaría Cuicatlán)*
· Javier Moreno Colmenares
· Ángel Santos Callejos Rodríguez
· Juan José Flores Cruz
· J. Antonio Aparicio García
· Francisco Núñez Bazán
· Alfonso Rutilio García
· Hugo Jarquin
· Daniel Olmedo
· Inti Misael Martínez Rafael (detenido en Cuicatlán)*
· Diego Nicolás Hernández
· Fernando Ruiz Santos
· Marcos García Martínez
· Fermín García Silva
· Amado Agustín Bautista
· Carlos Javier Alarzán
· Bulmaro Martínez González
· José Daniel Carreño Cruz
· Elivol Martínez González
· Sergio Rojas Juárez
· Francisco Fernández Aragón Morales
· David Ricardo Ramírez Zárate
· José Ángel García Hernández
· David Huesca Hernández
· Aldo Hernández Jiménez
· Samuel Ortiz
· Armando Rojas Galán
· Máximo Reyes Pérez
· Víctor García
· Ángel Soto Gallegos
· Roberto Natalio Ramírez Zárate
· David Ramírez Zárate
· Natalio Roberto Ramírez Sánchez
· Félix Ricardo Méndez Venegas
· Juan Crisóstomo Aparicio
· Martín Cruz Rodríguez (Penitenciaría Tlacolula)*
· Eduardo Hernández Mendoza
· Teodoro Aquino Bolaños
· Teodoro Tiño Verado
· Valentín Pérez Hernández
· Isaías Vázquez Mireles
· Bulmaro Elías Martínez Hernández (detenido en Cuicatlán)*
· Néstor Ruiz Ruiz
· Israel Velasco Pacheco (Penitenciaría Miahuatlán)
· Paulo Ramírez Rosas (Penitenciaría Miahuatlán)
· Felipe Pérez Tomás

Opinion

Niños que juegan a la "guerrilla" Ahora comen cuando tienen hambre
Alejandro Suverza El Universal Sábado 04 de noviembre de 2006
O AXACA, Oax.- Parecía un minerito cuando se asomó por una de las rejas de la Universidad Autónoma Benito Juárez. Llevaba casco, guantes y una onda para lanzar piedras en la mano derecha. Caminaba con un cubrebocas atado al cuello y revisaba su alrededor, hacía preguntas. Sus grandes ojos brillaban y se miraron más negros cuando dijo que recogió y devolvió 10 bombas de lacrimógeno contra las líneas de la Policía Federal Preventiva que en el Día de Muertos bombardeó con gas a Oaxaca. Por eso traía los guantes, porque explicó que los cilindros del lacrimógeno estaban bien calientes. "Ayer ganamos", decía contento agarrado del volante de una camioneta. Y mientras hacía la onomatopeya del motor y conducía en su imaginación, reflexionaba: "Si me muero ya, mis hermanitos no van a saber que me morí". El minerito, cuando paró de conducir y decir que así manejaba, contó que es del puerto de Veracruz y que viajó solo a Oaxaca hace poco en un autobús de ADO con unos señores que lo conocían. Su madre murió cuando fue atropellada. Su padre que se llama Ángel, vive pero un día se fue y ya nunca más regreso. Dijo que tenía tres hermanas y dos hermanos. Él es el mayor. Apenas cumplió los 14 años. Insistía en que quería un cigarro, pero no se pudo. Como que analizaba lo que podría pasar al participar en la intifada oaxaqueña de ayer contra las fuerzas del orden federal, porque decía que la única que sabía que él estaba ahí era su hermanita de 10 años. Con las huellas de la viruela en la nariz, dijo que no sintió temor. "El miedo es para la prensa". Antes de venir aquí vivía en la central de autobuses de Veracruz. Ahí dormía y vendía plátanos machos y chicharrones. La diferencia de estar acá es que todos los días ha dormido calientito tapado con las cobijas que le dan. Y ha comido cada vez que tiene hambre. Dentro de la universidad se miró otro cuerpo pequeño. Luego se acercó su amiguito, tendría como 10 años. Ni respondió porque, fue mejor opción jugar a pelarse con un integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca que permanecía en la universidad y que le dije que se metiera a la casa de estudios oaxaqueña. Ayer en la calle vendiendo y durmiendo en una central camionera, hoy en las barricadas de Oaxaca. "Ahora soy de la guerrilla", decía mientras se alejaba del lugar, llevaba un chalequillo y su pelo costeño escapaba del casco. Era uno de los niños que se miraron en los dos últimos enfrentamientos con los cuerpos de seguridad, el domingo pasadon Brenamiel, llevaba un chaleco que le habían quitado a un policía preventivo y un cuchillo de sierra, como esos que utilizan los soldados. En la trifulca de ayer, otro niño corría hacia los hombres de escudo y cámara antigás. Agarraba piedras para arrojar, pero un encapuchado le gritó que no, que después les tocaría a ellos el momento de pelar, pero que ahora no. El niño se quedó parado, lo miró, y luego se replegó a una pared. Arriba los gases seguían cayendo sobre la avenida universidad. Al minerito se le miró después entre barricadas de carritos de supermercado. Se abrazaba a su compañero pequeño y hacían como que querían luchar.


Su destino: violencia ilegítima
Gerardo Unzueta 4 de noviembre de 2006
E l momento de la vida política nacional adquiere características harto peligrosas: estado de sitio en Oaxaca, con las peculiaridades de crueldad y abuso de esa supresión de garantías; embestida policiaco-militar contra los contingentes de la APPO; ocupación por la PFP de partes de la ciudad que deja en libertad a los grupos paramilitares priístas culpables de 10 homicidios desde el momento en que los senadores aceptaron que la estulticia y arbitrariedad de Ulises Ruiz, la absoluta incapacidad de gobernar de los órganos del Estado y el repudio social generalizado no justifican la "desaparición de poderes".
Y por si eso no bastara para mostrar las entrañas de la crisis política, Vicente Fox aportó otro elemento tenebroso: su decisión de no resolver el problema, sino heredarlo -tal cual- al sucesor. "Todos los problemas están en proceso", arguye, eludiendo su responsabilidad en ese conflicto, creado por el interés de que los legisladores del PRI no desertaran de su decidido apoyo a la consagración de Felipe como presidente.
Y más: Fox declara al principio de esta semana que su gobierno "ya terminó". O sea, las decisiones que siguen ante "los procesos en marcha" son responsabilidad de un gobierno que "ya empezó": el de Felipe. Es una venganza posdatada: "Nos rechazaron a Santiago e impusieron a Felipe. Nosotros, a nuestra vez, impusimos a Felipe desnaturalizando al IFE y al TEPJF. No estamos obligados a más...".
Así, "el gerente del cambio" crea un conflicto más a costa de las instituciones. Muchos problemas pueden esperar estudio o consejo del FMI -para eso está Carstens-, o acuerdos legislativos; no así el conflicto de Oaxaca. Exigen respuesta la desaparición de 55 personas, el allanamiento ilegal de decenas de casas-habitación, el asesinato de 15 individuos, las golpizas a manifestantes de la APPO, el despojo del canal 9, la amenaza priísta de desatar el terror. Exige respuesta la "desaparición de poderes", esto es: elecciones generales en el estado.
Mientras tanto: ¿acata Calderón el papel de "presidente adelantado" que Fox le asigna? ¿Acepta la responsabilidad de los crímenes de la fuerza de ocupación y los pistoleros de Ulises? Las posiciones de Fox entrañan gravísima violación al "estado de derecho" y al régimen constitucional. Felipe Calderón todavía no es presidente y puede no serlo si rehúsa la herencia foxiana y rompe con una carga de acciones anticonstitucionales que pueden incendiar a una región o al país entero.
Podría, simplemente, no presentarse el 1 de diciembre ante el Congreso. La Constitución prevé esa posibilidad: si al comenzar un periodo constitucional no se presentase el presidente electo, el Congreso de la Unión nombrará un presidente interino que se encargará desde luego del Poder Ejecutivo (artículo 85). Una vez nombrado el interino (artículo 84) "el mismo Congreso expedirá, dentro de los 10 días siguientes, la convocatoria a elecciones del presidente que deba concluir el periodo respectivo...". O sea, una situación como la que rehuyó el TEPJF al no anular las elecciones.
Fox ha puesto a Felipe ante grave coyuntura: si calla y adopta el signo que aquél le impone, su destino será el de la violencia ilegítima, pues se hará cargo de los atentados que se cometen en Oaxaca; si rompe ese designio, habrá que reponer lo malogrado el 2 de julio. Calderón tiene la palabra, pues desde el día 20 habrá constancia nacional y mundial de que la legitimidad no está de su lado.
Analista político, miembro del PRD


Aritmética política
Mauricio Merino 4 de noviembre de 2006



N o es cosa fácil entender la lógica del conflicto político desatado en Oaxaca. Se trata de una compleja red de intereses capaces de crear y escalar problemas, que sin embargo carecen del poder suficiente para ponerles un punto final. Aprendices de brujo que se han trenzado con dosis equivalentes de terquedad e impotencia y que han convertido a Oaxaca, a un tiempo, en un territorio violento, en una amenaza para los derechos fundamentales y en un campo de chantajes políticos sin destino. Pero también puede ser un ejemplo, pues lo que está sucediendo en Oaxaca es exactamente lo que le puede ocurrir a todo el país gracias a la estulticia de la teoría aritmética de la política.
El origen del conflicto no sólo está en la incapacidad de las élites locales para llegar a acuerdos plausibles, sino en el machismo con el que han actuado: los líderes del magisterio local y los enemigos políticos del gobernador Ruiz se propusieron quitarlo del cargo a la mala. Pero el gobernador, por su parte, se ha defendido con todos los medios que ha tenido a su alcance para ponerle a su cabeza un precio que nadie se atreve a pagar. Es una trama de cacicazgos viejos y nuevos, en la que ninguno de los protagonistas puede adjudicarse el papel de víctima o victimario, pues todos son igualmente malos. Unos han demostrado una rotunda falta de respeto a las leyes y los otros una escandalosa incapacidad para gobernar. Nadie sensato podría defender los medios empleados por la sección 22 del SNTE y la APPO, ni tampoco la prepotencia y la negligencia con la que ha actuado el gobierno de esa entidad. Ninguno ha actuado de buena fe: es una prueba de fuerza entre dos grupos mafiosos, que han logrado atrapar al país en un conflicto que ya pertenece, por méritos propios, a la galería de los peores momentos de la historia de México.
No obstante, lo más lamentable ha sido la incapacidad de las instituciones políticas nacionales (por así llamarlas) para evitar el incendio. En un primer momento, el gobierno federal reaccionó como casi siempre durante este sexenio: eludiendo toda intervención en un asunto que consideraba estrictamente local.
Según la teoría aritmética de la política, que tan puntillosamente se ha seguido desde hace ya varios años, el conflicto resultaba favorable a los intereses del gobierno pues servía como un buen argumento para demostrar el fracaso de uno de los principales aliados de quien era, entonces, el candidato del PRI a la Presidencia de la República. Y en ese momento nadie se hubiera atrevido tampoco a molestar a la maestra Elba Esther Gordillo, líder nacional del magisterio, quien estaba contribuyendo de manera definitiva al éxito de la candidatura de Felipe Calderón y mucho menos ante una disputa con visos estrictamente priístas. Si el costo era la caída del gobernador Ulises Ruiz, como consecuencia de un pleito entre los adversarios del Presidente, el gobierno federal estaba más que dispuesto a pagarlo.
Pero el cálculo resultó fallido. Tras las elecciones del 2 de julio, el tablero que sirvió para hacer cuentas en la aritmética original se movió dramáticamente. De un lado, la APPO tomó el control del movimiento social y se montó, con habilidad calculada, en la imposibilidad del gobierno para usar la fuerza pública en contra de cualquier movilización popular. Si el Paseo de la Reforma estaba tomado por los partidarios de Andrés Manuel López Obrador, Oaxaca sería secuestrado por los enemigos de Ulises Ruiz. Y tuvo razón: durante varias semanas, el gobierno federal simplemente eludió el tema escudándose, una y otra vez, en esa especie de doctrina Estrada federalista, que defendía la no intervención del gobierno nacional en los asuntos internos de los estados y la resolución pacífica de los conflictos. Y por supuesto, lo único que logró fue que la APPO tomara la plaza totalmente.
Pero de otro lado, luego del 2 de julio, el PRI se levantó como el partido indispensable para el gobierno siguiente. De modo que si antes de esa fecha la cabeza de Ulises Ruiz no valía tres centavos, ahora su precio se ha revaluado tanto que resulta difícil imaginar que el gobierno esté en condiciones de pagarlo. El gobernador tuvo la habilidad de convertirse en un símbolo de orgullo para el partido que lo defiende y en una especie de condición de principio para mantener viva la alianza entre el gobierno y el PRI. El nuevo precio de esa cabeza quedó de manifiesto en la intervención del Senado de la República, que se negó a declarar la desaparición de poderes en esa entidad, a pesar de haber emitido un dictamen en el que reconocía, para salvar la cara, que el estado era ya ingobernable. El gobernador se mantuvo en su puesto, porque el PRI lo reclamó como una prenda para seguir negociando con el gobierno. En la aritmética utilizada, el gobernador llegó a valer tanto como una toma de posesión y una agenda legislativa.
Con las posiciones polarizadas, el diálogo al que llamó la Secretaría de Gobernación se volvió un ejercicio inútil y la parsimonia con la que había reaccionado el presidente Fox cambió repentinamente, cuando la violencia empezó a convertirse en guerra civil. Si antes estaba del lado de los maestros, ahora estaría en el bando contrario; si antes dejó hacer, calculando las ganancias políticas, ahora ha decidido actuar calculando las pérdidas; si antes abogó por la no intervención, ahora se asume como la garantía para devolver la paz y el derecho a esa entidad agraviada. Pero detrás de esas flagrantes y peligrosas contradicciones la lógica sigue siendo la misma: es la teoría aritmética de la política, que hoy aconseja hacer lo contrario de lo que se hizo ayer, porque lo importante no está en los principios ni en la visión del Estado (esas cosas banales que reclaman los analistas), sino en los números duros y fríos que sirven para orquestar el paso siguiente. Ayer se trataba de ganar elecciones y hoy de permitir el arranque del nuevo gobierno.
Sin embargo, la teoría aritmética que se ha utilizado no alcanza para calcular todas las variables en juego. Y nadie sabe a ciencia cierta en qué terminará este conflicto. Excepto por un dato ya irrevocable: que a pesar de sus cuentas pragmáticas, el sexenio de Fox terminó con violencia.
Profesor investigador del CIDE

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